La obesidad y el sobrepeso representan gran parte del riesgo del desarrollo de la hipertensión primaria y la diabetes, a través de varios mecanismos, incluida la activación neurohormonal, la resistencia a la insulina, la inflamación y la disfunción renal.

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La "American Heart Association" en su nueva guía emitida en septiembre del 2021, considera como una prioridad la pérdida de peso (basado en pérdida de grasa corporal) para el control adecuado de la presión arterial en pacientes hipertensos.  Incluso, el llevar a un paciente a sus niveles óptimos de grasa corporal no solo ayudará a reducir las dosis de medicamentos sino incluso en algunos casos a suspenderse.

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En el caso de la diabetes, la "American Diabetes Association®" (ADA), la "Endocrine Society", la "European Association for the Study of Diabetes" y la "Diabetes UK" en conjunto publicaron y confirmaron que es posible la remisión de la diabetes (entiéndase por remisión niveles de hemoglobina glucosilada menores o iguales a 6.5% por un periodo de 3 meses o más sin uso farmacológico de hipoglucemiantes).     En diversos estudios se ha observado que la pérdida de grasa corporal es un mecanismo que puede llevar a esta remisión.

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En conclusión, la pérdida de grasa corporal no solo ayudará a un adecuado control de su presión arterial y su glucosa sanguínea, también podría ayudar en algunos casos a reducir o eliminar el uso de medicamentos para su control.

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